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Si has acudido últimamente a cualquier boda o cualquier alfombra roja te habrás dado cuenta que la pajarita está de moda y se ha convertido en un icono de la elegancia masculina y un complemento indispensable en el armario del cualquier Hipster. Pero ¿sabes de donde viene este peculiar complemento?
También conocida como bow tie, o corbata, este complemento es un punto de inflexión en el vestir masculino. Este gracioso nombre que le damos tan solo se refiere a la manera del cuello de las camisas de esmoquin al que recuerda, con sus ángulos cara afuera, unas alas de pájaro.
Haciendo un pequeño homenaje a este complemento con tanta personalidad, miramos al pasado buscando sus orígenes y recordando el muy largo camino que ha recorrido hasta llegar a nuestros días.
¿Corbata o pajarita?
Esta es una de las preguntas más recurrentes que nos solemos hacer. Pero no tiene mucho sentido si solo pensamos en que el origen de la pajarita es idéntico al de la tradicional corbata. Las dos proceden de una misma tira de tela.
El origen de la pajarita
Sin ningún género de duda, la aparición de estas dos prendas se ubica en el siglo XVII entre las filas de los soldados croatas en plena batalla de las guerras prusianas. Lejos de ser un factor ornamental de la indumentaria y completamente diferente de la pajarita que el día de hoy conocemos, la primitiva corbata de nudo empleada por los croatas se empezó a utilizar por funcionalidad. Este complemento en los uniformes militares de los croatas consistía en una delgada bufanda alrededor del cuello para unir o cerrar la abertura de las camisas.
Corría el año mil seiscientos sesenta, y un acuerdo de guerra transformaría este accesorio en la mayor tendencia en moda de la temporada, cuando el regimiento croata, se pone al servicio del rey Luis XIV, el Rey Sol. Debió ser por la presencia de este ejército, vestido con su lona de lino blanco ceñida al cuello con un nudo, que la “hrvatska” –llamada así por los croatas-llamó la atención al rey francés de tal manera, que ordenó diseñar pañuelos similares para el uniforme de su ejército.
Desde ese momento los franceses la llamaron cravat o bien cravatte, por su nacionalidad croata, y es entonces cuando se popularizó en Francia que por entonces era líder en la moda mundial, y lo sigue siendo. Las clases altas la acogieron de una forma entusiasta, porque la entendían como símbolo de estatus social, y su empleo se extendió como la pólvora durante los siglos XVIII y XIX, popularizándose lo largo del estallido de la Revolución, por el hecho de que revolucionarios y contendientes se distinguieron por el tono de la corbata o cravate.
La fama de este complemento masculino cruzó hasta Inglaterra, donde el dandy de la época, Lord Brummel, dejó patente la obsesión por estas predecesoras de las corbatas y sus formas de atarlas. Tal fue el éxito en el sector masculino por buscar la mejor y más original forma de anudar este popular pañuelo que un periódico de la época publicó un listado con infinidad de nudos diferentes y como realizarlos. Por entonces también, Aun Balzac escribió un libro sobre este tema ‘L’Art de se mettre la cravatte’.
La explosión de los 50
A partir de ese momento la evolución de este complemento en texturas, formas, estampados y colores fue irrefrenable, pasando desde las almidonadas corbatas de nudo de principios del s.XIX hasta las cintas del sombrero de los universitarios del Oxford’s University Exeter College, que desde mil ochocientos ochenta cambiaron su uso, y decidieron atárselas al cuello para distinguirse por ser miembros de esta corporación.
A principios del siglo veinte estos accesorios ya se fabricaban en toda Europa pero, la visión comercial americana, como de costumbre, evolucionó la originaria cravatte transformándola en la bandanna, un pañuelo con estampados que se enroscaba en el cuello y se ataba con un nudo.
Un alto en el camino
Desde este momento de la historia, existen diversas teorías. Hay partidarios de que desde esta etapa aparecieron la corbata y la pajarita tal como las conocemos el día de hoy, cada una por su parte, pero nadie se aventura a asegurar, cuál llegó primera. Esta es una laguna en la historia de la pajarita y la corbata. Ese giro de su diseño se ignora. ¿Qué fue primero la corbata o bien la pajarita? La evolución en ocasiones es bien difícil de proseguir.
Lo que es indudable es, que el apogeo de la corbata de nudo o pajarita traspasó las tendencias, y diseñadores del pasado siglo, como Charvet, la dotaron de nuevas características: cambiaron las formas de sus nudos, se confeccionaron en nuevos materiales, las medidas se normalizaron, avanzando en la practicidad. En este momento también, se crearon las pajaritas ready tie, de clip y con el nudo preanudado que son las que más utilizamos en Europa.
La reina del estilo
En el transcurso del siglo XX prosiguió su avance con la moda de los años cincuenta en las Universidades de la Ivy League, con el conocido como estilo preppy, que transformó a la pajarita en un complemento imprescindible de esta subcultura urbana, y la hizo traspasar de nuevo las fronteras. En la década de los ochenta se le dio a las pajaritas un género nuevo, saltando también al campo femenino, y dando, por primera vez, la ocasión a las mujeres de amoldar la pajarita a su indumentaria.
Desde esta difusión globalizada que las aproximaba a todos los géneros, las pajaritas se popularizaron en los cuellos de reconocidos profesionales como ingenieros, químicos, científicos… y formaron desde ese momento parte de muchos uniformes de trabajo, ya que al utilizar pajarita y no corbata evitaban mancharse o bien quedar enganchado por descuido en ciertas máquinas, y desde entonces fueron imprescindibles en la indumentaria profesional. Ahora entenderás por que los camareros suelen llevar pajarita y no corbata, verdad.
Durante esta historia hemos conocido muchos hombres y mujeres célebres por usar este complemento. Quedaron para la posteridad y en nuestra memoria personajes universalmente conocidos que las vistieron. Recordamos, pajaritas diplomáticas como la de Winston Churchill, con talento musical como las de Frank Sinatra, salpicadas por la creatividad como las de Le Corbusier, y filosóficas como la Nietzsche. También las hemos visto en personajes célebres del cine, quien no recuerda a James Bond cumpliendo misiones o a Marlon Brando en El Padrino. Sin olvidar el cine infantil, como el Pato Donald o bien Mickey Mouse que nos despertaron sonrisas vestidos con este complemento singular.
Los momentos difíciles
No todo han sido éxitos en la vida de las pajaritas, y el último cambio de siglo así lo demuestra difícil, y es que a lo largo de algunas décadas sobre todo las últimas del siglo perdieron presencia en la moda masculina, por relacionarse la pajarita exclusivamente con indumentaria tradicional de la noche como es esmoquin, donde la corbata, no tiene cabida. Las pajaritas en esta carrera por los siglos han sufrido muchos avatares, subiendo o cayendo por las tendencias de moda. Quizás por su característica innata, el hecho de que no dejan indiferente a nadie. Una de dos, o te encanta o la odias.
El Resurgir de la pajarita
Actualmente y como ya te habrás dado cuenta, el resurgir del estilo preppy y la moda hipster las han traído de vuelta con más fuerza que nunca y creemos que para quedarse en los armarios y cuellos de los más modernos y actuales. Todos expertos en moda le auguran a este complemento un futuro muy alentador así que ya sabes, pon una pajarita en tu look lo antes posible y a triunfar.
Gracias y Hasta Pronto